Adicción a la comida y la solución de FA

Adicción a la comida y la solución de FA:

Para quien quiera saber más.

Qué hace que algunas personas sigan comiendo cuando no tienen hambre?

¿Por qué son incapaces de seguir una dieta a pesar de las advertencias de los médicos y de sus propios conocimientos sobre salud y nutrición?

La mayoría de la gente está familiarizada con el concepto de alcoholismo y drogadicción, pero la idea de que ciertos alimentos y cantidades de alimentos pueden ser adictivos sólo está siendo aceptada muy lentamente. Este folleto está dirigido a todo aquel que quiera saber más sobre la adicción a la comida y la solución que ofrece Adictos a la Comida en Recuperación Anónimos (FA), un programa basado en los Doce Pasos de Alcohólicos Anónimos (AA).

El Dr. Carl Lowe Jr., miembro del Colegio Americano de Cirujanos y de la Sociedad Americana de Cirugía Metabólica y Bariátrica, compartió las siguientes observaciones:

En mi opinión, es innegable que la adicción a la comida es real. La veo todos los días. Buscando más formas de ayudar a mis pacientes, pregunté si podía asistir a una reunión de FA. Me quedé un buen rato después de la reunión, porque no podía apartarme. Vi los cambios que FA estaba produciendo en la vida de las personas y pensé: “Esto es exactamente lo que necesitan mis pacientes”.

Refiero a todos mis pacientes a FA. Les explico: “Ahora mismo, tienes una relación con la comida que te está llevando por un camino que no quieres recorrer. Estas personas pueden ayudarte.” FA me parece una solución perfecta. ¡Funciona! No hay duda de ello.

La adicción es una dependencia de una sustancia o comportamiento que crea hábito, independientemente de las consecuencias o de la fuerza del deseo de la persona de abstenerse. Se caracteriza por:

• deseo intenso

• necesidad que aumenta

• el impacto negativo de la enfermedad en la vida de los adictos y de quienes los aman.

¿Puede una persona ser adicta a la comida?

Los adictos a la comida en recuperación dicen que sí. Experimentan su relación con la comida como una forma de adicción. Se sienten impotentes sobre dónde, cuándo y cuánto comen, aunque muchos tienen una enorme fuerza de voluntad en otras áreas de su vida.

Estos son algunos de los síntomas de la adicción a la comida:

• Comer en exceso (atracones o pastoreo)

• Purgación (bulimia)

• No comer

• Obesidad (y problemas relacionados como la diabetes, las enfermedades cardíacas y la apnea del sueño)

• Ejercicio y/o dietas compulsivas

• Obsesión por la comida o el peso

• Depresión, vergüenza, aislamiento y desesperanza relacionados con la comida, el peso o la imagen corporal.

La adicción a la comida tiende a pasar desapercibida porque se centra en estos síntomas y no en su causa principal: la adicción. FA es un programa para aquellos que quieren dejar de comer de forma adictiva. Al igual que Alcohólicos Anónimos, FA trata la adicción a la comida como una enfermedad que converge: física, mental y espiritual. Los adictos a la comida que se recuperan en FA permanecen en su peso ideal durante años e incluso décadas. La abstinencia a largo plazo de la adicción a la comida es posible gracias a la voluntad de los miembros de llevar un estilo de vida estructurado y trabajar los Doce Pasos.

Abstinencia

La abstinencia en FA es equivalente a la “sobriedad” de AA y está claramente definida: comidas pesadas y medidas sin nada entre ellas, sin harina, sin azúcar, y evitar cualquier comida individual de atracones. Estos límites pueden parecer imposibles, pero paradójicamente, los miembros descubren que la abstinencia les libera de los antojos físicos que les impulsan. Como resultado, los adictos a la comida en recuperación consiguen un peso saludable, ya sea que necesiten aumentar diez libras (cinco kilos) o perder doscientas (noventa kilos). Sin embargo, la abstinencia no es una dieta y FA no es un programa de pérdida de peso.

Una Nueva Forma de Vida

Los miembros de FA no pueden mantener la recuperación a largo plazo limitándose a seguir un plan de alimentación, incluso cuando han alcanzado un peso saludable. En cambio, encuentran apoyo para la abstinencia continua mediante:

• Comprometiéndose a seguir un plan de alimentación con un miembro con experiencia en FA (madrina/padrino)

• Asistir regularmente a las reuniones de FA

• Leyendo literatura de FA y AA

• Tener contacto con otros adictos a la comida cada día

• Buscar la ayuda de un Poder Superior a través de la meditación diaria

• Animar y guiar a los nuevos miembros.

Los Doce Pasos

La adicción es una enfermedad devastadora. La mayoría de los adictos a la comida descubren que, aunque a veces sienten que controlan su alimentación, su relación con la comida o su imagen corporal siguen siendo una lucha continua. Sin un cambio interior fundamental, los sentimientos que les llevaron a comer de forma adictiva les impulsarán de nuevo. Cuando los miembros trabajan Los Pasos en secuencia mientras están abstinentes, experimentan un despertar espiritual y un cambio transformador en su personalidad. Su deseo de comer adictivamente se elimina, un día a la vez. Los Doce Pasos tienen una base espiritual y pueden funcionar para cualquier persona con una mente abierta, ya sean ateos, agnósticos o miembros comprometidos con una tradición religiosa concreta. Cada miembro encuentra la recuperación a través de un Poder Superior que es personal para él.

La honestidad, la apertura mental y la voluntad son necesarias si queremos encontrar “una nueva libertad y una nueva felicidad” (Alcohólicos Anónimos, página 83). Los miembros pueden alcanzar un peso saludable y mantenerse en él, pero aún más, encuentran la alegría en una hermandad unida por un propósito común—mantenerse abstinente y ayudar a otro adicto a la comida a encontrar la recuperación. A pesar de los desafíos de la vida, los miembros de FA que están comprometidos con el programa de FA y los Doce Pasos pueden mantenerse abstinentes y afrontar cada día con fuerza y gratitud.

Voces de la Recuperación

Una persona que ha hecho dieta toda su vida, un joven atleta, un hombre de mediana edad y una madre describen cómo han cambiado desde que entraron en el programa de FA:

“Si estaba cansada, comía. Si estaba preocupada, comía. Si llegaba tarde, o estaba enfadada, o incluso contenta, comía. Hice dieta con toda mi fuerza de voluntad, pero pesaba 245 libras (111 kilos), y cuando me despertaba por la mañana me veía en el espejo, encorvada como una anciana. A través de FA y con la ayuda de mi Poder Superior, perdí más de 115 libras (52 kilos), pero esa no es la parte más importante de mi historia. El milagro es que me he mantenido delgada y abstinente durante casi cuarenta años y que durante muchos años no he tenido ni un solo momento el deseo de otra cosa que no sea micomida abstinente—sin importar lo que haya tenido que enfrentar.”

“Probé mi primera dieta un verano, cuando tenía unos catorce años. Entre la bulimia, las dietas, las carreras y, finalmente, los laxantes, perdí demasiado peso. Intenté mantenerme diez libras (5 kilos) por debajo de mi peso, y las purgas me ayudaron a mantenerme delgada, pero mi vida era un desastre. A los veinticinco años, en FA y abstinente, finalmente me estabilicé en un peso saludable y reflexioné sobre mi vida. Sin embargo, FA hizo mucho más por mí. Años más tarde, cuando me diagnosticaron cáncer y me enfrenté a una cirugía mayor y a la quimioterapia, me mantuve abstinente y me comprometí con mi recuperación.

Sentí que me llevaban. Ahora, años más tarde, tengo tres hermosos hijos, un marido cariñoso y una vida maravillosa. Llevo más de veinte años de abstinencia y nunca quiero dar por sentada mi abstinencia.”

“Cuando tenía 53 años y entré en FA, mi colesterol era de unos 300 y mi nivel de azúcar en la sangre era tan alto que era pre-diabético. Había luchado durante años, impulsada por el miedo al fracaso. Al avanzar hacia la adicción a la comida en toda su magnitud, me llenaba de rabia y culpa. En FA, mi colesterol y los niveles de azúcar de la sangre se normalizaron. Perdí peso y lo mantuve, pero aún más, he tenido momentos de tremenda alegría y paz. FA ha hecho posible que suelte mi apego a la comida para poder escuchar una voz interior: la voz de mi Poder Superior. Me dice: Sé generoso. Sé útil. Me dice: No comas de forma adictiva. Vive”.

“No comía de forma compulsiva. Simplemente comía todo el tiempo, todo el día. Me sentía atraída por FA, pero durante años me mantuve al margen del programa. Finalmente, un fin de semana, me harté. Fui a una reunión y le pedí a alguien que me amadrinara. Con su ayuda, conseguí la abstinencia y, antes de darme cuenta, estaba ayudando a otras personas a conseguir y mantener la abstinencia. Todavía me emociona. Llevo veinticinco años de abstinencia y mi peso nunca cambia. Me siento feliz y segura. El otro día, mi hija me dijo que lo mejor que le había pasado era que yo entrara en FA. Eso significó el mundo para mí.”

Los Doce Pasos

1. Admitimos que éramos impotentes ante la comida, que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables.

2. Llegamos a creer que un Poder Superior a nosotros mismos puede devolvernos el sano juicio.

3. Decidimos poner nuestras voluntades y nuestras vidas al cuidado de Dios, como nosotros lo concebimos.

4. Sin miedo hicimos un minucioso inventario moral de nosotros mismos.

5. Admitimos ante Dios, ante nosotros mismos, y ante otro ser humano, la naturaleza exacta de nuestras equivocaciones.

6. Estuvimos enteramente dispuestos a dejar que Dios eliminase los defectos de nuestro carácter.

7. Humildemente le pedimos a ÉL que eliminase nuestras limitaciones.

8. Hicimos una lista de todas aquellas personas a quienes hemos ofendido y estuvimos dispuestos a reparar el daño que les causamos.

9. Reparamos directamente a cuantos nos sea posible por el daño causado, excepto si al hacerlo implicase perjuicio para ellos o para otros.

10. Continuamos haciendo nuestro inventario personal y cuando nos equivocamos lo admitimos inmediatamente.

11. Buscamos a través de la oración y la meditación mejorar nuestro contacto consciente con Dios, como nosotros lo concebimos, pidiéndole solamente que nos dejase conocer Su voluntad para con nosotros y nos diese la fortaleza para cumplirla.

12. Habiendo obtenido un despertar espiritual como resultado de estos pasos, tratamos de llevar el mensaje a los adictos a la comida y para practicar estos principios en todos nuestros asuntos.

Los Doce Pasos y las Doce Tradiciones se reimprimen con el permiso de Alcoholics Anonymous World Service, Inc. El permiso para reimprimir y adaptar los Doce Pasos y las Doce Tradiciones no significa que AA esté de alguna manera afiliada a este programa. AA es un programa de recuperación del alcoholismo únicamente; el uso de los Pasos y las Tradiciones en relación con programas y actividades que siguen el modelo de AA, pero que abordan otros problemas, o en cualquier otro contexto que no sea de AA, no implica lo contrario.

Las Doce Tradiciones

1. Nuestro bienestar común debe ir primero; la recuperación personal depende de la unidad de FA.

2. Para el propósito de nuestro grupo sólo existe una autoridad fundamental: un Dios amoroso tal como se expresa en la conciencia de nuestros grupos. Nuestros líderes no son más que servidores de confianza; no gobiernan.

3. El único requisito para ser miembro de FA es el deseo de dejar de comer adictivamente.

4. Cada grupo debe ser autónomo, excepto en asuntos que afecten a otros grupos o a FA considerado en su conjunto.

5. Cada grupo tiene un solo objetivo primordial—llevar el mensaje al adicto a la comida que aún lo está sufriendo.

6. Un grupo de FA nunca debe respaldar, financiar o prestar el nombre de FA a ninguna entidad allegada o empresa ajena, para evitar que los problemas de dinero, propiedad y prestigio nos desvíen de nuestro objetivo primordial.

7. Todo grupo de FA debe mantenerse autosuficiente, negándose a recibir contribuciones externas.

8. Adictos a la Comida en Recuperación Anónimos nunca tendrá carácter profesional, pero nuestros centros de servicio pueden emplear trabajadores especiales.

9. FA como tal, nunca debe ser organizada; pero podemos crear reuniones o comités de servicio que sean directamente responsables en aquellos a quienes sirven.

10. Adictos a la Comida en Recuperación Anónimos no tiene opinión acerca de asuntos ajenos a sus actividades; por consiguiente, su nombre nunca debe de mezclarse en controversias públicas.

11. Nuestra política de relaciones públicas se basa más bien en la atracción en lugar de la promoción; necesitamos mantener siempre nuestro anonimato personal ante la prensa, la radio y el cine.

12. El anonimato es la base espiritual de todas nuestras tradiciones, siempre recordándonos de anteponer los principios a las personalidades.

¿Qué es FA?

Adictos a la Comida en Recuperación Anónimos (FA) es un programa basado en los Doce Pasos de Alcohólicos Anónimos (AA). En las reuniones de FA no se pagan cuotas, honorarios, ni se pesa a los participantes. FA es una comunidad de personas que, a través de la experiencia compartida y el apoyo mutuo, se están recuperando de la enfermedad de la adicción a la comida.

La organización FA se organizó formalmente en 1998, aunque comenzó como parte de otro programa de doce pasos a principios de la década de 1980. Algunos miembros de FA han mantenido una abstinencia continua desde entonces. La abstinencia en FA es equivalente a la “sobriedad” de AA y está claramente definida: comidas pesadas y medidas sin nada entre ellas, sin harina, sin azúcar y evitando cualquier atracón de comida individual.

¿Quién se une a FA?

Los miembros de FA son personas de todas las edades y de todas las partes del mundo. FA incluye a personas con obesidad mórbida, con un peso considerablemente inferior al normal o incluso con un peso normal. Independientemente de su tamaño, estaban atormentados por antojos, dietas, bulimia y/o una obsesión por el ejercicio.

¿Funciona realmente el programa?

Muchos miembros de FA probaron otras soluciones para abordar sus problemas con la comida, incluyendo años de dietas o ejercicio. FA ofrece una respuesta a largo plazo. Los miembros abstinentes se liberan de la adicción y mantienen un peso saludable. El número de personas con años de abstinencia ininterrumpida sigue creciendo.